He aprendido mucho en los últimos cuatro meses trabajando como Voluntaria Franciscana en las oficinas del Centro de Consejería Familiar en San Pablo. La Hermana Teresa ha sido mi maestra y supervisora, ella me ha enseñado mucho del Corazón Alimentado. He aprendido que el amor y el cariño que los niños reciben de los padres es la nutrición más especial que ellos puedan recibir. El entrenamiento del Corazón Alimentado y la experiencia de trabajar con una familia de tres niños me ha ayudado a entender la importancia del amor de los padres. Ayude a una madre que buscaba ayuda con su hijo quien estaba teniendo problemas en la escuela y no escuchaba cuando su mamá le hablaba. Después de algunas consultas con la Hermana Teresa y yo la madre pudo corregir a sus hijos de una manera productiva y con cariño.
Es importante decirles a los hijos cuanto los amamos porque ellos siempre recordaran esos momentos de palabras positivas y les aumentará su autoestima. Esas palabras de amor y cariño los edifica y los prepara para el éxito. También, siempre impúlselos a dar lo mejor de sí, por ejemplo; juegue con ellos y haga rompecabezas en familia.
Después del año nuevo y los regalos de los reyes magos, los padres y sus hijos pueden seguir compartiendo y alimentando su relación con sus hijos. La forma más simple de compartir libremente con sus hijos es jugando con ellos. Ya sea haciendo rompecabezas o jugando a las escondidas su hijo/a se sienten libres y creativos en momentos cuando su imaginación no es limitada. Una noche de Juegos en Familia es un buen comienzo para compartir su amor y impulsarlos a dar lo mejor de sí.
Yanil Rojas
Voluntaria Franciscana (Misionera)
Centro de Consejería Familiar en St. Paul.
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