La lonchera de nuestros hijos tiene que contar con una adecuada planificación y elaboración acorde a la edad de su hijo, puesto que influye directamente sobre el desarrollo y desempeño del niño, el cual requiere un adecuado balance de alimentos y nutrientes a lo largo del día, incluyendo la lonchera escolar.
La hora de la lonchera es el momento en el cual su hijo recargará sus energías y los nutrientes que necesitan para que su buen rendimiento académico se mantenga constante desde que salen de casa hasta que llegan nuevamente, representando entre el 10% y el 20% de lo que deben consumir durante el día.
Los niños en edad preescolar se encuentran en pleno crecimiento físico y emocional, son activos, curiosos y aprenden rápidamente. Los hábitos alimenticios son influenciados directamente por los padres, quienes son los responsables de crear esta sólida base. Los niños en edad escolar continúan creciendo y desarrollándose necesitando también de un buen hábito alimenticio que de no haber sido bien formado durante la etapa preescolar, será un dolor de cabeza, porque a esa edad ellos toman sus propias decisiones en cuanto a qué comer y qué no comer, nosotros podemos enviarles una lonchera nutritiva y ellos pueden terminar intercambiando su lonchera con otro compañero o simplemente no la comen. Las loncheras deben contener los siguientes grupos alimenticios:
• Hidratación: para evitar la deshidratación y el cansancio debido al tiempo que permanecen en el jardín de infancia o colegio. Son ideales los jugos, infusiones o agua; evitando las bebidas gasificadas.
• Defensas: compuesto por alimentos reguladores, ricos en vitaminas y minerales que tienen la función de proteger a los niños del contagio de enfermedades. Son ideales los jugos y frutas.
• Formadores: los alimentos formadores son ricos en proteínas que favorecen el crecimiento de los niños. Son ideales los lácteos en general como la leche, queso, yogurt; así como los huevos, maní, nueces, carnes, etc.
• Energéticos: son alimentos ricos en carbohidratos que son como el combustible del cuerpo, destacando el grupo de los cereales presentados en diferentes formas, como el pan, galletas, cereales en hojuelas, etc.