En la época de Navidad, los niños
tienen una especial motivación especialmente por el regalo que recibirán, y los
padres generosamente queremos cumplir el sueño de nuestros hijos, que luego será
pagado con una gran sonrisa. Pero… realmente queremos enseñar a nuestros hijos
que la Navidad se reduce a un juguete? Es decir, si no hay juguete, ya no hay
alegría y dejo de quererte? Y subestimamos a nuestros hijos diciendo: es que
son niños y no entienden el verddero sentido de la Navidad. No estamos diciendo
que no le compremos el regalo a nuestros hijos, pero si sugerimos que empecemos
a enseñarles que lo más importante que se celebra en la Navidad es el Nacimiento
de Jesús, y es a Jesús a quien tenemos que darle el regalo. El mejor regalo que
le podemos dar a Jesús es poner en práctica lo que El nos enseñó, “Amar al
prójimo como a uno mismo y a Dios sobre todas las cosas”. Si en Navidad
compartimos con el necesitado, perdonamos al que nos ofende, mostramos amor en
interés por los seres que tenemos a nuestro alrededor, entonces realmente
estaremos celebrando la Navidad. Si conseguimos que nuestros hijos pongan en
práctica el amor al prójimo, claro está, de acuerdo a su capacidad de niño,
podemos sentir que estamos educando a nuestro hijo a ser felices no con un juguete,
sino, con una experiencia que queda para toda la vida.
Miguel Gutiérrez
Especialista Entre Padres e Hijos